Lavarse el rostro, secarlo muy bien y, de manera inmediata, aplicar suficiente crema evitará las antiestéticas p’aspas (piel seca, agrietada y enrojecida). La cara y las manos están en contacto directo con el viento, el frío y el sol, por lo que en invierno se resecan más que en otra estación. “Estar mojado puede causar irritación en la piel, más si es la de un niño, porque es más sensible, peor si ya tiene un eccema”, advierte Ana Rosa, una abuela de 67 años.
“Otra cosa que funciona bien es el orín de bebé, que puede ser aplicado con un algodón en las partes p’aspadas. Hay que secar suavemente sin frotar y ponerse crema humectante”, agrega.
“Las lágrimas son saladas y también irritan la piel en los niños y, como no es raro que lloren, se debe tener el cuidado de secarlas y poner en las mejillas una crema adecuada”, aconseja Ana Rosa.
Si necesitas lavar los platos o la ropa, utiliza guantes de goma para evitar el frío del agua que puede rajar tu piel. “Lo mejor es ponerse guantes de algodón debajo de los de goma para absorber el sudor de las manos y, en lo posible, hay que quitárselos cada cinco minutos para dejar libre la piel y evitar la humedad”.
Glicerina y limón
Es aconsejable terminar el baño con agua fría y aplicar crema hidratante mientras la piel todavía se halla húmeda, para facilitar su absorción. Ayuda también el mezclar glicerina con limón y aplicar la preparación sobre la piel limpia para humectar.
Palta para la cara
Aplasta un pedazo de palta bien madura, pon la mascarilla en la cara y deja actuar unos minutos. Enjuaga con abundante agua tibia, nunca con agua muy caliente, porque ésta removerá los aceites naturales de la piel.
Maquillaje
Si las zonas resecas se encuentran en el rostro utiliza maquillaje en crema, en lugar de los que están hechos sobre una base de polvo. Los productos cremosos evitarán la sequedad de la piel.
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