jueves, 24 de enero de 2013

Uñas lindas, fuertes y sanas

Un elemento esencial de nuestra imagen personal son las uñas, se podría decir que son nuestra carta de presentación por tenerlas siempre a la vista, entonces merecen un cuidado especial.

Para tener una buena salud y evitar la fragilidad hay que tener ciertos cuidados de las uñas:

No se coma las uñas o las cutículas.

Para luchar contra la maceración proteja las uñas de jabones y detergentes (utilice guantes de algodón recubiertos de caucho en los trabajos domésticos).

Para el lavado de sus manos utilice mejor agua fría.

Las uñas deben cortarse después del baño.

Es mejor limar las uñas con cuidado que cortarlas.

El abuso de esmalte (sobre todo el esmalte a secado rápido) reseca la uña y la fragiliza. El disolvente (a base de acetona) reseca la raíz de la uña.

Hay quienes aseguran que la cutícula no se debe cortar; sin embargo, eso depende de cada caso, pues algunas veces sólo hay que empujarla con un palito de naranjo cuando no es muy abundante, pero otras es necesario cortarla, ya que es demasiado grande.

Lo importante, en última instancia, es hidratar la zona de la cutícula con aceites especiales (ricos en vitamina E), para que la apariencia de las uñas sea pulcra y saludable. Así que cortar o empujar la cutícula dependerá de cada quien, aunque hay que aclarar que los excesos de la misma sobre la uña retrasan el crecimiento.

CUIDADOS DE LOS DIFERENTES TIPOS DE UÑAS

En las uñas cortas y anchas: los bordes deben dejarse crecer y no limar nunca hasta la carne; la forma, ligeramente ovalada.

En las uñas alargadas en forma de almendra: se liman respetando la forma del ángulo, es decir ovaladas.

En las uñas triangulares: se deben limar respetando milímetros de borde.

Las uñas largas rectangulares: se liman rectas, siguiendo una línea perpendicular al dedo.

En las uñas redondas: se liman en óvalo dejando crecer un poco los bordes para aumentar su longitud.

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