sábado, 29 de septiembre de 2012

"La lucha contra la obesidad se está perdiendo"

“Estar gordo hoy es prácticamente una cuestión de Estado, porque supera al núcleo medico o de investigación a nivel científico. La propia Michelle Obama se dedica a intentar frenar la epidemia tremenda de obesidad que hay en su país, que probablemente se haya trasladado desde los EEUU principalmente hacia el resto del mundo a partir de la globalización, por la que se potencia la forma de comer de un lugar en el otro y el consumo desaforado”, explicó Máximo Ravenna en una entrevista con América Directo.

El prestigioso médico argentino -ferviente defensor de un logro rápido, eficaz, duradero y sin desgaste ni agresión- sostuvo que la obesidad es un problema de filosofía de vida y que el hombre está cambiando las características físicas que tenía hace cientos de años.

“Va perdiendo músculo, piernas, se traslada por medios mecánicos, come cada vez más y se somete a un entorno que lo estresa. Así surgen los problemas con la droga, el tabaco, el juego, las adicciones y todo esto, por alguna razón, también se adhiere a factores que tienen que ver con comer determinado tipo de alimentos”, sostuvo el experto.

Ravenna destacó que los alimentos con mayor palatabilidad o aquellos que son "gatillo" para que una persona siga comiendo, el incremento del alcohol junto con la comida, los hidratos de carbono refinados, las harinas y los azúcares terminan confluyendo sobre el cerebro y le provocan un nivel de energía o placer plus que hace que, a pesar de que la figura humana se está deteriorando, el individuo siga comiendo porque es más importante el goce que el sentido común.

“Después que salen de ese goce, se encuentran con un cuerpo con el que se tienen que pelear para recuperar el que tenían antes y no saben por dónde empezar. La lucha contra la obesidad se está perdiendo”, indicó el especialista. “Hace 30 años, China tenía solo un 7 por ciento de personas gordas y hoy está cerca del 40 por ciento porque entró en el capitalismo, empezó en el consumo y ahora están preocupados por el rendimiento que tendrán sus empleados dentro de 20 años. No van a poder cumplir con sus obligaciones laborales debido a los trastornos derivados de la obesidad”.

Finalmente, aconsejó “trabajar muy intensamente en el aérea de la conducta, en la mirada real hacia uno mismo, tener un control cercano y un estado de atención con la báscula”.


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