domingo, 25 de marzo de 2012

Higiene íntima Para los hombres

Higiene Íntima y sexualidad

beneficios para la salud

La limpieza debe hacerse a todo

nivel, para evitar la acumulación

de secreciones bajo la piel.

Siempre se habla de lo importante que tiene una correcta higiene íntima en el cuerpo de la mujer, y es totalmente cierto; pero también es importante que el hombre sea cuidadoso con sus partes íntimas, puesto que así evitará un despliegue de molestias posteriores.

Pero, dejando de pensar sólo en ellas, hay que ser conscientes de que los genitales del hombre también se irritan y al igual que de las mujeres necesitan de hábitos de limpieza que no se pueden pasar por alto.

Además, que el pH de la zona íntima masculina es distinto al de la zona femenina, así como también la flora bacteriana y el grado de hidratación. Por ello, son recomendables rituales de limpieza íntima diarios con productos especialmente pensados para el cuidado del hombre.

De esta manera, hay que evitar que las diferentes situaciones a las que se expone dicha zona generen molestias tales como enrojecimiento, inflamación, ardor o picor.

Tener una buena higiene genital es muy importante por dos razones fundamentales: por respeto hacia la otra persona y para que la relación sexual no se vea frenada por una mala higiene.

Muchos hombres y mujeres se hacen preguntas sobre su higiene íntima: con qué frecuencia debe realizarse, con qué productos, la necesidad o no de una limpieza antes y después del acto sexual.

ritual de limpieza íntima

Los hombres a menudo descuidan esta práctica, lo que puede llevarles a generar hongos, bacterias e infecciones.

La mejor manera de evitarlo es seguir los siguientes consejos en forma de ritual de higiene diaria.

También es una buena idea que enseñe a sus hijos varones cómo hacerlo:

1. En el momento del baño o la ducha hay que limpiar la zona con abundante agua, especialmente aquellos que no están circuncidados.

Echando totalmente para atrás la zona del prepucio, se deberá aplicar jabón y enjuagar con agua para evitar que se generen y acumulen secreciones.

Pero no sólo esta zona deberá ser tenida en cuenta, sino que el resto del pene y los testículos también deben ser lavados bien con agua y jabón.

2. Es recomendable utilizar una toalla distinta de la que se utiliza para el cuerpo; para así dejar la zona bien seca, también la ingle.

3. Es importante para el hombre que, tras las relaciones sexuales, lave sus genitales, para no generar microbios. Esta es una buena práctica.

Signos de una higiene excesiva

Al profesar un verdadero culto a la higiene personal, nuestra sociedad anda al acecho de cualquier traza de olor y transpiración, consideradas muy molestas... Mientras que la fantasía de la bestia peluda en camiseta de tirantes y empapada en sudor encabeza siempre los sondeos femeninos, todos los hombres se dan una la ducha antes de pasar a la acción. Objetivo: oler bien. Tampoco hay que quejarse; sin embargo, “no hace falta entregarse como si se hubiera estado trabajando en el campo”, sugiere la ginecóloga Marie Claude Benattar. Dejar correr el agua jabonosa basta para refrescar; el cuerpo y el ánimo.

Sucede que el tema de la higiene íntima se ha convertido en el nuevo credo de los hombres modernos. “A veces demasiado”, añade la médico.

Una mirada retrospectiva para comprender la base de la higiene masculina; entre refinamiento y virilidad, partiendo de las verdaderas exigencias del sexo.

Los hombres, nuevo objetivo de los publicistas, han mejorado mucho en lo que respecta a la higiene. ¡Los ha conquistado la fama de la pulcritud sin olores! A la ducha matutina se puede añadir la de antes de mantener relaciones, e incluso la de después. Sin olvidar la del vestuario después de practicar un deporte.

para no olvidarse

Últimamente están apareciendo nuevas patologías causados por una higiene excesiva. Tomando como ejemplo a un hombre activo sexualmente que practica una actividad deportiva de forma regular: en esos casos no debe extrañarnos que se duche de 2 a 3 veces al día. En la misma línea están los nadadores, ¡que además añaden el factor cloro y un gran ímpetu a la hora de enjabonarse!

Ahora bien, el cuerpo posee su propio sistema de autohigiene. Un exceso de agentes lavantes puede perturbar ese ecosistema y desembocar en un resultado opuesto al deseado, así como en la aparición de varios síntomas: “cortes, grietas, irritación crónica, enrojecimiento –derivado de la congestión de los vasos de la dermis–”, enumera la doctora. ¿Qué nos aconseja? Desde que aparezcan los primeros síntomas, acude al médico y cuéntale cuáles son tus costumbres higiénicas… Un tratamiento, una crema hidratante y unas normas higiénicas adecuadas deberían bastar.

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