jueves, 22 de marzo de 2012

1800 calorías para ser feliz!

Estar a régimen y de buen humor es posible y el doctor francés Jean-Michel Cohen, autor del libro 1800 calorías para ser feliz, lo prueba. Y es que 1800, el número mágico hablando de dietas: estas son las “calorías que bastan para que todos los hombres adelgacen a un ritmo rápido y para que las mujeres se estabilicen. Por tanto, es un punto de encuentro entre ambos sexos”, dice Cohen, enemigo público del archiconocido Pierre Dukan, autor de la dieta “Dukan”.

Para el nutricionista francés, dietista de la elite francesa (Nicolas Sarkozy, Carla Bruni, Sarah Jessica Parker y Jennifer Aniston, entre otros), la clave está en el factor psicológico y afirma que se llega a perder más peso con una dieta en la que se está feliz que con una en la que se requiere cierto grado de sufrimiento.

“En una dieta hay un 50 por ciento de factor psicológico, un 25 por ciento de régimen y un 25 por ciento de actividad física”, afirma. “Esa es la fórmula del éxito”.

“Cuando le doy una dieta a alguien busco que mantenga la salud y, sobre todo, que conserve el placer de vivir. La mejor dieta es la que hace uno mismo, porque está adaptada a su personalidad y decide cómo reducir progresivamente los alimentos. Todos tenemos un DNI alimentario (hemos nacido en un lugar, tenemos unas costumbres determinadas) y pedirnos de repente que comamos una hoja de lechuga y un filetito es imposible”, asegura.

Como él, creemos que se puede adelgazar de forma divertida. Por ello decidimos analizar su libro, una mezcla de realidad y ficción con mandamientos nutricionales que nos pueden ayudar a comer mejor y a estar de buen humor.

Verdad 1: Socializa. Estar a dieta nos lleva a un enclaustramiento voluntario que, lejos de ayudarnos, precipita nuestro fracaso.

“Es fundamental mantener una buena actividad social durante la dieta porque si no es imposible seguir un régimen durante un tiempo prolongado”, nos cuenta el experto. Así que una regla de la dieta es poner especial énfasis en la actividad social y perder el miedo a salir con amigos por miedo a “pecar” ya que según el doctor la clave para adelgazar está en ser feliz.

Enfatiza que la clave es la visión psicológica de la dieta, ya que cuanto esto cambia, cambia todo, “porque cuando piensas en hacer dieta siempre piensas en castigarte, mientras que en realidad se trata de una armonía alimenticia”, explica.

Verdad 2: En una cita. Para acertar con la elección del plato en cualquier restaurante la condición que impone el doctor es “leer muy bien la carta y elegir entre un entrante que sea, o ensalada o crustáceo o una loncha de salmón con una tostada. Después se puede seguir con una carne o un pescado con poca salsa, evitando los feculantes”.

Verdad 3: Capricho femenino. Muchas mujeres no pueden renunciar una buena copa de Pinot Noir ni una torta de chocolates… ¡nos hace felices! Por ello está permitido darse un lujito de vez en cuando, pero para evitar engordar más de la cuenta la clave es no combinarlos en una misma comida. Si has comido un entrante ligero y carne o pescado, puedes permitirte uno de estos dos caprichos… solo uno!

Verdad 4: Detox P.M. El método Cohen es realista y va más allá, pues considera la posibilidad de que te hayas pasado de la raya durante una comida, lo que puede suceder. “Si has comido mucho, cena una sopa por la noche acompañada de dos huevos duros sin la yema y un yogur 0% materia grasa”, dice.

“Esta fórmula te permitirá cortar el hambre y compensar el desequilibrio del mediodía”, añade. Las sopas de verduras sin triturar (por su efecto saciante) son uno de los platos fundamentales de esta dieta, seguida de la leche de cabra o de oveja.

Verdad 5: Toma leche. Otro de los alimentos claves para el experto es la leche de oveja o cabra, ya que según el doctor poseen más calcio que la leche de vaca. Asimismo, una carencia de este elemento dificultaría el adelgazamiento. “Es una leche particularmente rica en calcio, algo importante en el marco de una dieta ya que, si tenemos insuficiencia de calcio, no adelgazaremos correctamente”, sentencia. el experto.

Verdad 6: Almuerzo en la oficina. Muchas mujeres se enfrentan a grandes retos día a día, y en caso de una interminable jornada laboral, éste es elegir una “comida rápida” para tomar en la oficina sin perjudicar nuestra figura. Jean-Michel Cohen nos da la solución. “Existen fórmulas rápidas: un bocadillo sin aceite ni mayonesa, sushi, makis…”.

Verdad 7: Fast food. Y para las más gustosas, y que no se libran del novio que pide “junk food” cada domingo o de los hijos que mueren por una hamburguesa, no es necesario renunciar a la comida rápida. “Una hamburguesa de queso sólo tiene 320 calorías y una pasta con salsa de tomate, 350. Si añadimos una fruta podemos equilibrar la comida y estar saciados hasta la noche”, explica.

Verdad 8: Comidas listas. Aunque las bondades de los productos preparados no son alabados, Cohen no descarta su inclusión en la dieta, siempre y cuando se cumplan algunos requisitos. Por ejemplo, las sopas de verduras pueden ser un buen aliado en tu régimen siempre y cuando cumplan dos máximas: no superar los 3 gramos de lípidos por cada 100 gramos y tener, al menos, un 50 por ciento de verduras.

Verdad 9: Diente dulce. ¿Quién dijo que estar en régimen supone olvidarse por completo de los dulces y chocolates? Es cuestión de saber elegir: “Una dieta es como una olla a presión. De vez en cuando hay que soltar la presión. O bien la soltamos cada día poco a poco, por ejemplo tomando dos cuadraditos de chocolate, o bien de forma más drástica una o dos veces por semana, intentando compensar después este exceso”, nos cuenta Cohen.

Verdad 10: Adoramos la pasta. Quizá estas confundida, pues muchos regímenes limitan al mínimo la cantidad de pasta, pan y cereales, que se consumen. Sin embargo, Cohen considera fundamental el consumo regular de productos derivados de los cereales porque “contienen vitaminas del grupo B, esenciales para mantener el buen humor y la actividad muscular”. Eso sí, una de sus máximas, repetidas hasta el cansancio en su libro, es que el pan sea blanco o integral, nunca industrial.

Verdad 11: ¡Ni quieres, ni debes! Es normal que no quieras renunciar a determinados alimentos, y esta dieta, a diferencia de otras, te lo permite. Sólo es cuestión de limitar sus proporciones, teniendo en cuenta sus calorías. “Es un tema de cantidad y armonía”, añade el doctor. De hecho, por poner un ejemplo, uno de los afables personajes de su novela, no renuncia a sus adorados chouquettes, un dulce típico francés.

Verdad 12: Truquitos. Dos trucos infalibles para rebajar la ingesta calórica son sustituir la mermelada por miel y las salsas por aliños bajos en calorías realizados con salsa de yogur, mostaza y especias.

Verdad 13: Mente y cuerpo. “La psicología junto con la nutrición y la actividad física son las tres claves que aseguran el éxito de una dieta”, nos cuenta el doctor. Sin duda, el primer requisito es uno de los que más se descuida, sin tener en cuenta que “el acto de comer es intelectual y, por tanto, requiere tanto psicología como sensibilidad”, añade.

Verdad 14: Contra las proteínas. “La frustración que desencadenan estos regímenes lleva a recuperar rápidamente el peso. Sin embargo, las dietas de 1200-1500 calorías en las mujeres son suficientemente variadas y equilibradas para que sean agradables. Pueden seguirse durante más tiempo sin peligro”, nos cuenta.

Verdad 15: Dieta controvertida. Por último, y teniendo en cuenta la polémica que Cohen ha mantenido con Pierre Dukan por su método Dukan, no podíamos olvidar su opinión con respecto a unas de las dietas más seguidas del momento. “Si se sigue esta dieta como el señor Dukan propone, sólo es un régimen hipocalórico con una repartición de alimentos que va cambiando, los resultados serían mediocres.

Sin embargo, el comportamiento de las personas consiste en comer sólo proteínas durante largos periodos, lo que hace que se vuelva nociva porque se excluyen varias categorías de alimentos. Esto desestructura el modelo alimentario a largo plazo y al final las personas ya no saben comer”, afirma. /

QUICKIE:

Contra las proteínas. Teresa Fung, profesora de nutrición de la Universidad de Harvard, demostró que una alimentación hiperprotéica en más de 50.000 personas había reducido su esperanza de vida un 20 por ciento.

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