martes, 24 de enero de 2012

Vajilla reluciente a la hora de celebrar

La cristalería es una de las piezas estrellas en cualquier celebración. Los lavavajillas tienen un cronograma demasiado largo para cristalerías delicadas, pues incluso los cambios de temperatura pueden deteriorar esas preciosas piezas.

Las cristalerías más refinadas es mejor lavarlas a mano con sumo cuidado. Si percibe que han perdido el brillo puede que tenga relación con la cal del agua; sin embargo, la solución está en aplicar sobre ellas polvos de ácido cítrico en lugar de detergente, también puede utilizar un poco de amoniaco.

Las preciosas vajillas blancas son delicadas por muy sencillo que sea su diseño, pero con el tiempo pierden el color derivando a un desagradable tono amarillento. Nada mejor que sumergirlas en una solución de bicarbonato y agua para recuperar su color. /EFE.

Delicada belleza

La vajilla requiere mucho cuidado en la limpieza.

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