Basta conocer las características de la piel que protege nuestros ojos para entender la necesidad de tratamientos y productos adecuados que sean capaces de mantenerla en perfecto estado. En esta zona, la epidermis es frágil y delicada porque es muy fina y en ella casi no hay presencia de glándulas sebáceas ni sudoríparas y la producción de colágeno y elastina (por ausencia de las células responsables) es también muy limitada.
Ante esta realidad, la aplicación de cremas o geles idóneos debe ser una constante diaria desde edades muy tempranas, desde los 20 o 25 años. Cuanto antes inicies los cuidados, mejores serán los resultados.
Hay que tener en cuenta que en la aparición de las temibles “patas de gallo”, bolsas u ojeras influyen distintas variables: la propia predisposición genética, el paso del tiempo, la mayor o menor expresividad (gesticulación del rostro) y las condiciones externas más o menos saludables: estrés, consumo de tabaco o alcohol, mala alimentación, excesiva exposición al sol etc.
HIDRATACIÓN ESPECÍFICA
Antes de recurrir a medidas drásticas como los liftings o las infiltraciones, unos cuidados adecuados pueden prevenir la aparición de pequeñas arrugas en el contorno de los ojos.
En las pieles más jóvenes, basta con una adecuada limpieza, que incluya la eliminación de cualquier resto de maquillaje y la aplicación, mañana y noche, de alguna crema o gel específicos para la zona.
En las pieles maduras es recomendable, además, el uso de alguno de los innovadores serums que realmente obran maravillas en esta delicada zona.
En cualquier caso lo que diferencia a estos productos de otras cremas faciales o corporales es su rica composición que debe basarse fundamentalmente en los siguientes principios:
Ingredientes activos antienvejecimiento como el ácido hialurónico y el ácido retinoico.
Vitaminas, especialmente C y E por su alto poder antioxidante.
Agentes tensores como el pentavitine o el argireline. Toda una innovación de la cosmética actual que ha incluido estas sustancias en cremas, geles y ampollas efecto flash por su alto poder hidratante y calmante.
Compuestos que incluyan silicona para el relleno superficial de arrugas poco profundas.
Sustancias reflectantes, capaces de suavizar estas pequeñas arrugas de expresión al “disimular” la profundidad de las mismas.
En el mercado existen numerosos productos que incluyen algunos de estos ingredientes. Busca siempre el que mejor se adapte a las características generales de tu piel.
A la hora de aplicar estos productos, se recomienda hacerlo dos veces al día: por la mañana, para potenciar su efector protector frente a agentes externos, y por la noche por su acción descongestionante y regeneradora. Las cremas y geles deben aplicarse con la yema de los dedos, haciendo hincapié en el extremo externo del ojo y en el entrecejo. Aquí, los movimientos circulares son los más adecuados.
En el caso de bolsas y ojeras la aplicación correcta será siempre de fuera hacia adentro, también con la yemas, pero con pequeños y rápidos toques (no se trata de extender el producto sino de activar la circulación en ésta delicada área de la cara).
BOLSAS Y OJERAS
Son dos problemas muy habituales que están íntimamente relacionados con el cuidado de los ojos y de la piel que los rodea. El origen de la aparición de las antiestéticas bolsas suele estar relacionado con algún problema circulatorio o de retención de líquidos.
En los casos más acentuados puede ser necesaria una intervención quirúrgica o un tratamiento de radiofrecuencia. En los más leves o simplemente pasajeros (causados por alguna circunstancia puntual: llanto, mala noche, alergia, etc.) pueden mejorar su aspecto con algún gel específico que deberá incluir en su composición principios activos descongestionantes, antiinflamatorios y drenantes (extratos de aloe vera, de pepino, de cafeína, de té verde). Como ayuda o remedio casero “express”, la aplicación de frío local siempre contribuirá a reducir la hinchazón.
Por su parte las ojeras no son siempre producto de una mala noche. Su causa puede ser un exceso de pigmentación o unos vasos sanguíneos demasiado débiles. Si son eventuales pueden tratarse también con geles refrescantes específicos y siempre queda el recurso de una buena base correctora antes del maquillaje.
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