El ambiente navideño no sólo depende de la decoración, los colores y texturas, también depende del aroma que se respire en casa. Ya sea con flores, plantas o sustancias aromáticas. Las fragancias estimulan, revitalizan y generan esa magia tan especial de la Navidad.
En estas fiestas, la gente elige aromas intensos y dulces, que abriguen y transmitan un poco de calor para celebrar y ganarle al frío. La Navidad encierra sus propios aromas: la cocina tiene mucha presencia, el olor del árbol navideño y los adornos. Los cítricos son un aroma típico de estas fechas, al igual que la manzanilla, el cedro, vainilla, romero, canela, chocolate o el café. El sabor que despide el horno cuando se está cocinando alguna exquisitez es único. No se necesita pasar las fiestas en la cocina para lograrlo, sólo creatividad: rociar canela y azúcar en un molde de aluminio y ponerlo a fuego lento. El aroma envolverá toda la casa. También se puede usar velas aromáticas de diferentes tipos y olores. No sólo compradas si no hacerlas. En lugar de añadir únicamente la cera durante el proceso de elaboración es preferente añadir esencias. Las barritas de incienso son otra de las opciones para los amantes de la aromaterapia. La variedad es muy grande, todo depende del gusto. Además se puede adquirir platos cerámicos en los que se colocan flores y hojas de eucalipto, ramas de hierbabuena, laurel o pétalos de rosa.
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