domingo, 13 de noviembre de 2011

Energizante Piedras sobre el cuerpo

También conocida como “stone teraphy” es la tendencia más solicitada en los Spa’s internacionales.

El masaje con piedras calientes y frías no es nuevo, pues se inspira en disciplinas orientales. Desde hace muchos años tanto la cultura China como la de los indios americanos utilizaban las piedras calientes para dar masaje y aliviar dolencias. Se actúa desde los puntos chakra (siete centros de energía vital de todo el cuerpo) porque desde ahí la energía es distribuida a todo el organismo, gracias a los numerosos canales energéticos que están unidos y conectados a ellos.

Concentrarse sobre los chakra ayuda, por lo tanto, a regular el flujo energético en el cuerpo (demasiada o poca energía en círculo puede crear trastornos).

Precisamente, con esta finalidad, durante la "stone teraphy", las piedras calientes se disponen sobre los chakra y, a continuación, se procede a la "apertura" y el "cierre" energético y la conexión, también energética, de los miembros superiores e inferiores.

El elemento fundamental de la terapia geotermal, lo constituye la aplicación de piedras calientes y frías que actúan a dos niveles: primero de forma estática, ejerciendo presiones terapéuticas en puntos concretos y segundo de forma dinámica realizando maniobras de masaje bien definidas.

"Las piedras calientes (50°) incrementan el riego sanguíneo y el metabolismo celular, mientras que las frías ( 8°) originan vasoconstricción y liberación de histamina que actúa sobre el dolor y los procesos inflamatorios".

Piedras calientes y frías, negras y blancas, se alternan para masajear el cuerpo. Las calientes relajan la musculatura y las frías tonifican el organismo. Existe una para cada zona del cuerpo: los hombros, las rodillas, los pies, el cuello, e incluso la nuca. No queman ni hacen daño; porque las manos hábiles y expertas del masajista las deslizan de derecha a izquierda, de arriba abajo, permitiendo a quien se somete al tratamiento experimentar una profunda sensación de bienestar y relax.

Los masajistas usan las piedras como medio para poner presión en los músculos, esto ayuda a incrementar la presión y permite abrir los canales de energía. Muchas terapeutas buscan sus propias piedras en ríos, lagos y bosques, seleccionando aquellas con las que se identifican y pueden establecer una conexión personal.

Además, la terapia con piedras ayuda a combatir la fatiga mental y física, disminuir las contracciones e inflamaciones musculares, drenar el ácido láctico, carbónico y activar la circulación sanguínea.

La terapia induce a la meditación profunda y ayuda a problemas específicos. La diferencia de temperaturas ayuda a relajar los músculos y a aliviar algunas dolencias, entre ellas, mejorar el dolor crónico, desintoxicar el cuerpo, aliviar malestares de la espalda y el cuello, inducir al relajamiento y reducir el estrés. Tiene efectos similares al de un masaje profundo en menos tiempo.

El terapeuta dispone de 72 piedras. 54 de ellas de origen volcánico, de color gris oscuro, que se emplean calientes (se calientan en un recipiente térmico lleno de agua); y otras 18, blancas que son de mármol y se enfrían con hielo.

El beneficio más profundo y duradero se obtiene gracias al color de las piedras oscuras de origen volcánico. Éstas son calentadas y apoyadas presionando sobre la piel en las zonas doloridas. La persona que recibe el masaje advierte, de esta manera, una especie de "dolor placentero".

Las más utilizadas son las rocas ígneas y metamórficas. Las primeras son provenientes de los volcanes, lo que les permite mantener por más tiempo el calor que se necesita para aplicar el masaje, mientras que las segundas son las que se pueden conseguir en ríos, lagos y bosques. Su uso dependerá de lo accesible que sean las rocas para el especialista. Hay quienes también utilizan el cuarzo, por los dotes energéticos que se le atribuyen. Las más recomendadas son las naturales, ya que las talladas artificialmente no poseen la energía y el poder geomagnético propio de las piedras.

La utilización de piedras es uno de los remedios más idóneos para ayudar a relajarse y dormir profundamente.

Está indicado en personas con estrés, nervios, ansiedad, insomnio y para quienes tienen dolores de espalda, dolores musculares, mala circulación, artrosis, artritis, etc. Debido a la propia naturaleza del tratamiento, los resultados se perciben de forma notable a partir de la primera sesión.

Las piedras no son sólo un cuerpo inerte que forman parte de la naturaleza, hoy en día son un gran aporte para el alivio de malestares.

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