Del total de pacientes que atienden al mes los médicos inscritos en la Sociedad de Cirugía Plástica de Santa Cruz, al menos un 40% es de personas que buscan a los profesionales porque tuvieron una mala intervención anterior.
Se trata de tratamientos de busto, nariz, glúteos y otros. Los galenos afirman que las malas prácticas se realizan en lugares inadecuados, que no reúnen las condiciones mínimas para hacer estos ‘trabajos’ y que las están realizando médicos que ejercen ilegalmente la especialidad.
Según miembros de la sociedad médica, en la capital cruceña hay unos seis hombres (cuyos nombres no fueron divulgados) que visten de blanco y que se hacen llamar cirujanos plásticos, pero que en realidad no tienen la especialidad. Aclaran que la especialidad no existe en Bolivia, pero se la puede aprender en el exterior.
Además, admiten que dentro de los 37 galenos afiliados a la sociedad hay algunos que se asocian con personas inescrupulosas que solo buscan el lucro con la medicina. Por ello definirán de forma interna qué harán con esos afiliados.
El gremio está preocupado por el desprestigio que se ha hecho de los cirujanos plásticos bolivianos después del reportaje elaborado por el programa Fantástico, de la red brasileña O Globo.
En el reportaje se mostró que mujeres de ese país prefieren operarse en Bolivia porque es más barato. Además, que galenos bolivianos ofrecen combos (cirugías y paseos turísticos), que hay casos en que al día siguiente de la cirugía la paciente es dada de alta y que el posoperatorio no se hace en una clínica, como debe ser, sino en un hotel.
Ayer, en conferencia de prensa, el titular de la Sociedad de Cirujanos Plásticos de Santa Cruz, Marcelo Portugal, hizo conocer que su organización fiscalizará la labor de sus colegas y que denunciará a quienes ejercen la profesión de forma ilegal. “Vamos a ser una entidad fiscalizadora”, aseguró Portugal y aclaró que esta no es su función, pues ellos no son policías ni fiscales; sin embargo, esperan que cuando denuncien a los que cometen ilegalidades, las autoridades actúen y los sancionen.
Junto a Portugal estuvieron los cirujanos plásticos Víctor Hugo Arteaga, Tito Said Barzola Martínez, Jorge Montero Yuma y Darío Suárez, que entregaron a los medios de comunicación los nombres de los 37 médicos que están afiliados a la sociedad y afirmaron que quienes no están en la lista no trabajan de forma legal.
Los especialistas aseguraron que los médicos que recibieron formación académica para serlo, no publican avisos ofreciendo rebajas ni combos (cirugías más paseos turísticos) y señalaron que aquellos que lo hacen están infringiendo el código de ética.
Algunos de los cirujanos comentaron a EL DEBER que esta situación al parecer va más allá de los cuestionamientos que se han hecho público, pues saben que hay investigaciones policiales de por medio que se están ejecutando ya en otro nivel.
Al parecer, la existencia de empresas que de forma inescrupulosa ofrecen combos que terminan en malas prácticas médicas, y en algunos casos en la muerte, ha hecho que el Ministerio Público y la Policía inicien pesquisas para dar con los miembros de estas organizaciones, en las que también se involucran algunos médicos.
Además, extraoficialmente se conoció que los ‘tentáculos’ del narcotráfico pueden haber alcanzado esta actividad, pues se tiene información en sentido de que algunas personas permiten que en las prótesis les introduzcan droga. De esa forma se estará traficando sustancias controladas al exterior.
Piden tener cuidado con químicos
Los cirujanos plásticos recomiendan a la población tener un mayor ciudado con los químicos que les administran en algunos centros estéticos, a los que ellos consideran ilegales.
Por ejemplo, citan que la silicona y sus derivados, lo mismo que el compuesto llamado metacrilato (que es un biopolímero), no deben ser inyectados de manera directa en ninguna parte del cuerpo de los pacientes, ya que esto puede provocar que los tejidos dejen de tener el drenaje adecuado e incluso algunas veces terminen por provocar la muerte del mismo.
Los galenos recordaron que en algunas ocasiones les ha tocado atender mujeres que, seducidas por una publicidad engañosa y un bajo costo, se dejaron colocar químicos para aumentarse las nalgas. “Hubo una vez que saqué de los glúteos de una abogada una cantidad importante de un compuesto que no se utiliza en estas intervenciones. Se lo entregué y le sugerí que denuncie a la persona que le hizo eso, pero no pasó nada”, recordó un profesional.
ALGUNOS CASOS
Mala aplicación
Informes de la Internet cuentan el caso de la presentadora de RCN, Jessica Cediel, que llegó a la clínica Shiao, en Colombia, para ser operada y corregir la aplicación de un biopolímero que le colocaron para que sus gluteos se vean más grandes. Un especialista indica que si este químico se aplica inadecuadamente, luego es imposible retirarlo de los tejidos.
Proceso judicial
El presidente del ente que agremia a los especialistas en cirugía plástica en Bolivia, Gonzalo Soliz, es acusado por el exsuperintendente de Bancos Jacques Trigo, por una presunta mala praxis que le costo la vida a su mujer, Kathia Rojas, que se sometió a una lipoescultura. El proceso, a decir del marido de la víctima, no avanza.
Inyección tóxica
Oneal Ron Morris, de 30 años, es un travesti que se hacía pasar como profesional de la cirugía plástica en Estados Unidos, fue arrestado hace un par de días por la Policía en Florida. Este falso médico se inyectó e inyectaba a sus pacientes una mezcla de cemento, aceite mineral, sellador de llantas y ‘kola loka’ para hacer crecer los gluteos.
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