miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cuida tu rostro según tu tipo de piel

La piel del hombre es diferente a la de la mujer, por ello requiere de un cuidado y productos específicos. Tres factores hacen diferencia: el espesor, la firmeza y la secreción sebácea.

Los chicos tenemos la piel más grasa que ellas. Además es un 24% más espesa, lo que la hace más resistente. También es más firme, por lo que envejecemos más tarde, aunque de manera más brusca. Además, la cantidad de grasa cutánea que secretamos es mucho mayor por cuestiones hormonales y el ph es más alto. Finalmente, la piel de las mejillas y el cuello, por el afeitado, tiende a la deshidratación y sequedad.

Los productos de belleza para hombres se clasifican en: limpieza facial, higiene personal, artículos para el afeitado y productos solares. Elígelos según tu tipo de piel.

Reconoce tu cutis
“Los productos para varones se crean según estas características”, explica el esteticista Marcelo Guardia. “Cada uno está pensado para un tipo de piel específico y soluciona los problemas que causa la mala alimentación, la vida sedentaria, el estrés y el alcohol, entre muchos otros”.

Primero debes determinar tu tipo de piel. Si ves que brilla dos horas después de limpiarla, es un cutis graso. Pruébalo pasando papel absorbente por la frente y las mejillas. Si se mancha, la grasitud es tu problema. Para regular la secreción sebácea, utiliza a diario una emulsión limpiadora, pues requieres purificar tus poros constantemente. Trata con un producto hidratante que te deje la piel más tersa y recurre a una loción antibrillo para un tono mate.

Si sientes el rostro tirante, sobre todo en la mejillas, es porque tu piel es seca. Requieres limpiarla con un producto con propiedades alicantes y suavizantes e hidratarla con una emulsión que la proteja contra los rayos UVA y las agresiones externas.

Cuando la zona T (frente, nariz y barbilla) brilla más que el resto de la cara y las mejillas se sienten secas, tu cutis es mixto y necesita equilibrio. Usa un limpiador purificante especial para la zona T y aplica luego a todo el rostro una crema hidratante no grasa que uniformará el tono.

Finalmente, si detectas en tu faz pequeñas zonas rojas y granos, puede que sean provocados por una piel sensible que requiere protección. Usa un producto de limpieza que sea muy suave y aliviante, mejor si tiene extractos de algas, aceites naturales e hidratantes. No te olvides de la protección solar y evita hacerte un peeeling, pues puedes dañarte la piel.

El cuello y mejillas
A causa del afeitado constante, estas zonas son más resecas que el resto del cuerpo. Por ello es importante que prepares el área del afeitado con una emulsión que suavice los poros y, tras pasar la rasuradora, aplica un after shave desinfectante y revitalizante.

El contorno de ojos
Bolsas, ojeras, arrugas y surcos: la vejez aparece primero en torno a la mirada. Esta piel es delicada: es mucho más fina que el resto del rostro y no tiene glándulas sebáceas que segreguen la protección lipídica natural de la piel. Por ello, usa una crema o un gel.

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