Ante un corte en alguna parte del cuerpo o el rostro, debes poner de inmediato sobre la zona lesionada la membrana del huevo que está debajo de la cáscara para que la herida cierre o, al menos, deje de sangrar.
Si te quedó una cicatriz, aprovecha la oportunidad que tengas de atrapar una polilla y frótala suavemente sobre la lesión, que se volverá en una especie de polvo. La cera de vela es otra buena opción.
La chirimoya es una fuente de vitamina A y C, tiene efecto antioxidante y ayuda a regenerar la piel.
La miel, el aloe vera, el aceite de ricino y la manteca de coco son sustancias que se pueden aplicar directamente sobre la zona afectada y que mejoran la apariencia de la cicatriz hasta tal punto que no es fácil identificar dónde estaba si es que se aplica a diario por varias semanas.
Sin embargo, el dermatólogo Johnny de la Riva advierte que los remedios caseros son solamente aislantes, es decir, que ayudan a que la herida se seque, pero no son tan útiles en el proceso de cicatrización.
Cuidados
Evitar que los rayos del sol lleguen a las cicatrices nuevas, pues pueden volverse más oscuras o ser más difícil de desvanecer. Durante los tres primeros meses, la cicatriz debe estar cubierta.
Curación
Cura bien las heridas, porque si lo hacen con rapidez, hay menos probabilidades de que dejen una cicatriz. Tan pronto se produzca la cortadura, límpiala con peróxido de hidrógeno. Mantén la herida húmeda con un ungüento.
Costras
No quites las costras, pues aumentan las posibilidades de una cicatriz. Limpia las cicatrices con cuidado, sobre todo al bañarte.
mas informacion sobre el uso de polillas por favor
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