lunes, 18 de abril de 2011

Ejercicio para no volverse demente

Se sabe que el ejercicio físico, como caminatas ligeras, sesiones moderadas en el gimnasio o incluso bailar, pueden ayudar a las personas a enfrentar el devastador impacto de la demencia.
Lo que los científicos no logran todavía entender es, ¿por qué?
Desvelar los misterios de esta enfermedad neurodegenerativa que cada vez es más común en el mundo es clave para poder encontrar tratamientos para curarla. Y aunque existen fármacos que pueden retrasar su progresión, hay preocupación por la prescripción excesiva de estos medicamentos, muchos de los cuales son antipsicóticos.

CASO. Redholme es una residencia para pacientes con demencia en la ciudad de Liverpool, en el norte de Inglaterra, cuya base terapéutica es el ejercicio. Los pacientes, todos con un buen estado de salud física, son sometidos a sesiones regulares de actividad en un gimnasio especialmente modificado para estos pacientes.
No hay grandes pesas. Se trata de levantar y empujar pesos muy ligeros, y todas las máquinas de ejercicio funcionan en base de un sistema hidráulico. "No tiene tanto que ver con el movimiento y el uso de los músculos, sino que la base es la estimulación", explica Peter Black, quien forma parte del personal de Redholme. Según Black, es muy fácil que una personas con demencia se vuelva retraída. Pero las sesiones de ejercicio les ayudan a sacar lo mejor de sí mismos.

LOS RESULTADOS EN UN PACIENTE. David Dyer es uno de los pacientes, un hombre de aspecto físico imponente. Los tatuajes en sus brazos son un recuerdo de su época en el Ejército y en el servicio penitenciario. Ahora es residente de Redholme, igual que muchas otras personas con demencia ha sufrido períodos de confusión y agitación e incluso de conducta agresiva hacia el personal. Pero las sesiones de gimnasia parecen haberlo calmado, además de convertirse en una parte entretenida de su rutina, según dice Dyer.
"Es un buen método para reforzar distintos músculos y puedes llevarla a cabo hasta el punto que lo desees", añade. "Algunas de las teorías están basadas en que el ejercicio, la actividad física, regula el ciclo del sueño y la vigilia, reduce el estrés o quizás mejora el flujo de oxígeno al cerebro", dice el experto.

NO SE APLICA A TODOS. Los expertos subrayan que esto sólo es adecuado para las personas que están en la llamada fase media del trastorno, antes de que la incapacidad física se vuelva grave.

19% DE HOMBRES y 14% de mujeres sufren la demencia más leve.

MENOS FÁRMACOS
Entre efectos del ejercicio, pacientes dementes bajaron el uso de remedios.

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